Aceite de oliva

Can Axartell tiene 800 años de historia, una historia marcada tanto por la viticultura como por la producción de aceite de oliva. Repartidos en una extensión de 40 hectáreas, se encuentran unos 2.000 olivos, la mayoría de ellos tan antiguos como la finca, se tienen estudios que muchos de ellos son milenarios.

En los años 50, 60, la finca era una fábrica de cemento mallorquín y actualmente la nueva almazara está situada en el interior de la antigua fábrica de cemento mallorquín la cual fue recuperada y restaurada para poder producir el aceite en la propia finca al lado de todos los olivos.

El factor decisivo para la calidad del "Oli d’Oliva Verge Extra Ecològic" es que la moderna almazara se encuentra en la propia finca, y esto permite que se puede llevar un control directo sobre el proceso de extracción. De este modo, mostramos a estos olivos, cultivados de forma ecológica, el respeto que se merecen. Además, un factor a destacar es que la centrifugación para los olivos en la nueva almazara es mediante el prensado en frío.

L'Oli D'oliva Verge Extra Can Axartell es DO Oli de Mallorca con certificado ecológico, es decir sin ningún aditivo artificial. Las variedades de aceitunas que se utilizan para producir el aceite son la Mallorquina, Arbequina y Picual.

La peculiaridad de muchos de estos olivos y sobretodo la producción de olivos mallor es que son inestables en cuanto a producción se refiere, un año puede haber una cantidad de olivos considerable y el año siguiente ser muy reducida. La época para los olivos empieza cuando se termina la vendimia en Can Axartell, más o menos en octubre.

 

Las notas de cata:

El color del aceite Can Axartell es un amarillo verdoso de gran intensidad. Aroma frutal, intenso, fresco, con olor a manzana verde. Al calentar un poco la copa se aprecia un aroma más elegante.

En boca es suave, delicado, agradable, equilibrado. Puede recordar a la almendra verde. De textura en boca es un aceite untuoso con un ligero picor al final propio de la variedad que le da cierta alegría.

Se puede maridar muy bien con el típico "Pa amb Oli" mallorquín, en ensaladas y puede quedar muy bien en una ensalada de frutas, con chocolate, pastas y también se puede servir como aderezo final de algún pescado cómo el atún o el gallo de San Pedro para realzar su sabor.

 

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